UN MUSEO QUE TAMBIÉN ESTÁ DE ANIVERSARIO

Sí, el British Museum de Londres ha cumplido 250 primaveras el año que mañana despedimos. Allí trabaja la restauradora de papel chino Valentina Marabini, a quien conocí en Quito, en marzo pasado, en compañía de André Le Prat y Sara Ortego Boldo.

Abierto, por tanto, en 1759, hay quien lo llama el museo de los expolios –no olvidemos que las piezas de arte del Antiguo Egipto son numerosísimas–, calificativo que también recibe el parisiense Louvre. En fin, no pretendo entrar en polémica, solo señalar la efeméride e invitar a todos los que se acerquen a Londres o allí residan a que lo visiten. Además, es un placer que los museos de esa ciudad sean gratuitos; un gesto que muchas ciudades europeas habrían de imitar.

Me hubiera encantado haber escrito un reportaje este 2009 sobre el British, pero al final no lo llevé a cabo. Seguro que algún día llega…, aunque espero que sea antes de su trescientos aniversario!!!

LA DESTREZA DE CREAR VESTIDOS DE PAPEL

Tuve ayer el gran placer de visitar la muestra El papel de la moda, que se expone hasta finales de febrero en Portugalete (Vizcaya), la villa que vio nacer a los escritores Juan Antonio Zunzunegui y José María de Areilza, así como al prolífico poeta Mario Ángel Marrodán, a quien espero pronto dediquen una calle. Con una excepcional guía, María Palomera Blanco, fui descubriendo poco a poco algunas de las propuestas que Roberto Comas y su equipo realizaron.

Si la colección se compone de ciento cincuenta modelos que, con el incondicional apoyo de El Corte Inglés han visto la luz, en la muestra podemos descubrir un acertado racimo, alrededor de cuarenta. Desde finales del XIX a nuestros días: Fath, Chanel, Dior, Balmain, Givenchy… y por supuesto Balenciaga, sin olvidar a contemporáneos, como Ágatha Ruiz de la Prada y su modelo “homenaje a Chillida”, Jesús del Pozo y Miyake, entre otros.

Esta recreación de algunos de los iconos de los grandes de la costura es de un mérito sin par, por valerse de diferentes tipos de papel: entre veinte y veinticinco, como me precisa María; jugar con acierto con la luz y contar con maniquíes creados exclusivamente para cada uno de los vestidos.

Madrid, Valencia, Güeñes… y ahora Portugalete son testigo, como lo serán otras ciudades, del talento y la destreza, fruto de cientos de horas –un equipo de seis personas trabajando ocho horas al día, tardan cuatro meses en hacer realidad cada modelo–. Ojalá viaje más tarde por el resto del mundo, a lugares como París, Amberes, Londres o Nueva York. Porque tal maravilla merece ser compartida…

http://www.rialia.net/es/content/exposiciones/vestidos-de-papel

(Arriba, de izda. a dcha, modelos representativos de Givenchy, Chanel y Saint Laurent)